diumenge, 14 de novembre del 2010

Cielo

Las cosas se complican cuando te das cuenta que la mayoría de cuestiones que te rondan por la cabeza son contradicciones.
Quieres algo, pero inmediatamente deseas otra cosa que anula la primera, y después otra que las elimina a ambas.
Tratas de buscar un equilibrio, que consiga establecer un orden en las cosas, y evitar por encima de todo que choquen entre ellas.
Qué difícil es encontrarlo. Pero no imposible.
Si pensáramos que es imposible encontrar dicha estabilidad perderíamos toda esperanza, y sin ella, el mundo sería un lugar mucho más oscuro.
Solo espero que cada uno de nosotros sea capaz de reflexionar acerca de qué quiere, y no piense que jamás lo va a conseguir. Por qué si no somos capaces de tener ambiciones y ganas de hacer cosas o llegar a ser algo concreto, ¿qué futuro le espera a este mundo?
Quizás debemos volver a ser soñadores, como las generaciones de antaño, que no se conformaban con lo que tenían, y que aunque no consiguieran lo que querían no dejaban de soñar, eso les hacía más grandes, ya que no se limitaban a tocar con los pies en el suelo, sino que daban saltos para intentar llegar al cielo.
Intentemos saltar para llegar más alto.

dilluns, 4 d’octubre del 2010

Si la intensidad es alta, la tensión va en aumento, el interés creciente y los nervios desbordándose. Las pupilas dilatándose y el ángulo de visión reduciéndose.

divendres, 3 de setembre del 2010

Lo bueno es que el fin comporta el inicio de algo nuevo.
Adiós verano, casi podemos decir.
Cambio de hábitos, cambio de tiempo, cambio de ambiente.
Cambio, cambio, cambio... y nos permite avanzar, sin caer en la rutina.
No sabemos la suerte que tenemos al poder disfrutar de este cambio.
No podría vivir todo el año en una misma estación.
La vida, los aires, los sentimientos, los sentidos, todo, se vive diferente. Y en pequeñas cantidades y repartido, todo sabe mejor.

dilluns, 9 d’agost del 2010

12 and holding


Sencilla y delicada. Como un día de lluvia en verano.
No dice más de lo que debe decir, y no cuenta nada que no nos hayan contado antes.
Siguiendo los pasos de "Stand by me", Michael Cuesta nos deleita con una pequeña obra maestra que no pretende ser más de lo que es.
La historia de unos chavales que van descubriendo el mundo poco a poco, un paso hacia la madurez.
Y pensamos que ya hemos escuchado decenas de estas historias.
Pero poco a poco tenemos la necesidad de conocer más a estos personajes, y de acompañarles en un trozo de su vida.
12 and holding despierta en tu interior algunos sentimientos reencontrados que podías pensar que ya no existían, y en eso, reside parte de su magia.

dilluns, 19 de juliol del 2010


era tan roja la rosa que casi dejó de ser rosa roja

diumenge, 27 de juny del 2010

motivación

De nada me serviría explicar cuáles son mis motivaciones si no tuviera en cuenta el camino que tendré que recorrer. Posiblemente hacer una reflexión sobre lo que me lleva a solicitar una beca, para unos estudios que aún a día de hoy están infravalorados y son desconocidos para mucha gente, es la mejor salida que puedo escoger para iniciar esta carrera que espero que algún día me conduzca a mi meta.

“[…] El hecho era que sólo cuatro cosas me interesaban: leer, ir al cine, zapatear y dibujar. Luego, un día, empecé a escribir, sin saber que me había encadenado, de por vida, a un amo noble pero despiadado. Cuando Dios nos ofrece un don, al mismo tiempo nos entrega un látigo, y éste sólo tiene por finalidad la autoflagelación.[…]”
Se trata de un fragmento del prólogo de “Música para camaleones” de Truman Capote. En dicho texto, Capote hace una distinción entre escribir bien y el verdadero arte de escribir. Hay quién creerá que un artista nace, no se hace. Para Capote la determinación del verdadero artista puede venir dada de nacimiento, pero siempre teniendo en cuenta que si no se trabaja con esfuerzo y a base de autoflagelación no sirve de nada. No podemos pensar que lo primero que escribamos será un éxito rotundo con el que nos vamos a comer el mundo. Cómo muy bien él dice, detrás de su primer libro publicado, había años de trabajo, un trabajo que nadie salvo el propio creador conoce.
El proceso de creación es oscuro, solitario, casi como la bajada a los infiernos de Dante. Dios nos da un látigo para que nos autoflagelemos, para que asumamos disciplina, y a eso se suman los baches del camino. Como guionistas no podemos pretender trabajar entre algodones, rodeados de personas que nos apoyen en cada momento y que, sobretodo, entiendan nuestro trabajo, por qué nadie lo hará. Nos metemos en un mundo incomprendido, del que pocas personas saben realmente de lo que se trata, y sobre el que se ha escrito mucho. Puede que los que nos dedicamos a escribir, para alejar nuestros miedos nos lancemos de cabeza a la metaescritura o mejor dicho a la metacreación, para intentar entender por qué hacemos lo que hacemos, para qué escribimos historias, y sobretodo para quién.
Se trata de un camino largo, que no parece que vaya a ser fácil des de el punto de vista de alguien que comienza, pero al que accedemos, sabiendo (aunque haciendo oídos sordos en ocasiones) que es difícil llegar a escribir bien, pero aún más llegar al arte de la escritura, el arte de la creación. Pero detrás de este miedo a no llegar a conseguirlo, a no ser “los elegidos”, siempre queda la esperanza, y sobretodo, las ganas de recorrer ese camino, aunque para esto debamos recibir incontables golpes.
Y es que, después de todo, solo nosotros como creadores podemos entender la pregunta que plantea Gabriel García Márquez: “¿Qué clase de misterio es ése que hace que el simple deseo de contar historias se convierta en una pasión, que un ser humano sea capaz de morir por ella; morir de hambre, frío o lo que sea, con tal de hacer una cosa que no se puede ver ni tocar y que, al fin y al cabo, si bien se mira, no sirve para nada?”

Señoras y señores:¡SIGAMOS CREANDO!