grandes verdades

Al mar

 

Paisatges balears a la península.

Sol d'estiu, calor, suor i mar.

Llocs on ja no creus arribar. 

Nervis i calma. 

Passejades llargues

i descansos lluny de tot.

Entre Carxofes i Cebes, votem

Tot just fa una setmana acabava d'arribar a casa després d'un nit marcada per un concert. Era el concert de Manel, celebrat a Santa Eulàlia de Ronçana, un d'aquells pobles que ningú sap del tot on són, inclús després d'haver-hi anat.
No cal dir que l'espectacle va estar per sobre de les expectatives, i no només el grup principal, sinó també els teloners. La carxofa i la ceba van aconseguir un ambient d'aquells de festa major, que et fa sentir certa nostàlgia per les velles cançons que són més que un ritme, aquelles que són una identitat.
Els Pets, Sau, Sopa i tants altres que reinterpretats per aquestes dues verdures ens van fer saltar i cridar. No cal dir que amb L'Estaca ens van fer posar els pèls de punta i ens van fer pensar en el que tenim a casa nostra, i en el que volem reivindicar com a propi.
I només faltava una setmana per què acabés la primera ronda per la consulta per la independència. Que no és vinculant, que no té validesa legal, que no servirà per res... o si? O si que és moralment vinculant i sentimentalment legal?
Esperem que aquesta primera ronda no sigui l'última, i que cada cop vagi a més, i que com els Manel, continuï estan per sobre de les expectatives. 

Vamos tirando...¿no?

Mitad de semana, la empezada rara en un lunes 14 de febrero, día mundial de los enamorados, pero más reconocible como día de resaca goyística. Gran resaca, puesto que la noche anterior había estado tumbada en el sofá aguantándome la cabeza con una mano y los ojos con pinzas para aguantar los supuestamente graciosos gags del amigo Buenafuente y los también supuestamente bien repartidos premios de la Academia del cine español. No creo que podamos decir que no había cualidad en las grandes candidatas, pues cada vez más me sorprendo positivamente al ir al cine a ver películas nacionales, pero es evidente que ciertos intereses ajenos a la cinefilia había detrás de tal repartición de ganadores. Como catalana que soy empecé viendo la gala pensando que "Pa Negre" no ganaría ni uno solo, por el tema de la lengua y los impresionantes egos que hay en este país. Aluciné. Quizás tampoco hacía falta pasarse tanto para sorprender al público, pues algunas de las grandes perdedoras no se merecían serlo. No sé si detrás del gran desprecio a la magnifica película de Iciar Bollaín había algún interés más, pero es evidente que se merecía el premio al mejor guión, a mejor película y si ya apuramos, a mejor dirección. Es solo la opinión de una mera espectadora que no acabó de entender lo que pasó en las últimas horas de una semana que acabaría siendo rara, para iniciar una que lo sería todavía más. Por suerte, al compartir comentarios con mis compañeros me dí cuenta que no fui la única que tachó a la gala de decadente, lenta y aburrida. Me parece muy bien que no les corten los discursos de agradecimiento a los ganadores, pero que busquen alguna solución educada y adecuada para reducirlos, que si, que todos tenemos una madre a la que queremos mucho.

Cielo

Las cosas se complican cuando te das cuenta que la mayoría de cuestiones que te rondan por la cabeza son contradicciones.

Quieres algo, pero inmediatamente deseas otra cosa que anula la primera, y después otra que las elimina a ambas.

Tratas de buscar un equilibrio, que consiga establecer un orden en las cosas, y evitar por encima de todo que choquen entre ellas.

Qué difícil es encontrarlo. Pero no imposible.

Si pensáramos que es imposible encontrar dicha estabilidad perderíamos toda esperanza, y sin ella, el mundo sería un lugar mucho más oscuro.

Solo espero que cada uno de nosotros sea capaz de reflexionar acerca de qué quiere, y no piense que jamás lo va a conseguir. Por qué si no somos capaces de tener ambiciones y ganas de hacer cosas o llegar a ser algo concreto, ¿qué futuro le espera a este mundo?

Quizás debemos volver a ser soñadores, como las generaciones de antaño, que no se conformaban con lo que tenían, y que aunque no consiguieran lo que querían no dejaban de soñar, eso les hacía más grandes, ya que no se limitaban a tocar con los pies en el suelo, sino que daban saltos para intentar llegar al cielo.

Intentemos saltar para llegar más alto.

Si la intensidad es alta, la tensión va en aumento, el interés creciente y los nervios desbordándose. Las pupilas dilatándose y el ángulo de visión reduciéndose.

Lo bueno es que el fin comporta el inicio de algo nuevo.

Adiós verano, casi podemos decir.

Cambio de hábitos, cambio de tiempo, cambio de ambiente.

Cambio, cambio, cambio... y nos permite avanzar, sin caer en la rutina.

No sabemos la suerte que tenemos al poder disfrutar de este cambio.

No podría vivir todo el año en una misma estación.

La vida, los aires, los sentimientos, los sentidos, todo, se vive diferente. Y en pequeñas cantidades y repartido, todo sabe mejor.